El privilegio del agua

Por Marta Vázquez Razquin.
Alumna del grado en Relaciones Internacionales de la Universidad de Deusto.

Nos levantamos por la mañana y vamos al baño a lavarnos la cara. A la cocina a hacernos un té o un café para desayunar. Hacemos ejercicio y nos llevamos la botella de agua. Cuando llegamos a casa después de un largo día nos metemos en la ducha para irnos limpitas a la cama. Y todo esto sin darnos cuenta del papel vital que juega el agua en nuestras vidas, de lo privilegiadas que somos por tener acceso directo y sencillo al agua corriente, a un agua que está limpia.

Una amiga adoptó a Ammar, un niño de 6 años que nació en la India. Cuando Ammar llegó al hotel donde mi amiga se estaba quedando, una de las cosas con las que se quedó fascinado fue el grifo del baño, del que salía agua limpia siempre que él abriese el grifo. Fue entonces cuando mi amiga se dio realmente cuenta de lo privilegiadas que somos, ya que son millones las personas que no tienen fácil acceso a agua limpia.

Las Naciones Unidas establecieron en 2015 que el agua y el saneamiento serían uno de los Objetivos del Desarrollo Sostenible, el número 6. Un objetivo que entre todas debemos lograr y ayudar a aquellas personas que más lo necesitan y a las que a veces pasamos por alto.

Todas las personas tenemos derecho el acceso al agua potable, a su gestión sostenible y al saneamiento.

Marta Vázquez Razquin.
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Foto: UN Water