I have a dream

I have a dream. Tengo un sueño. Así es como comenzaba aquel discurso que Martin Luther King concedió el 20 de agosto de 1963 ante el Monumento de Lincoln. El sueño de Martin Luther King era la convivencia pacífica entre las personas blancas y negras y la igualdad entre ellas.

Imagine. Así se llama la canción que lanzó John Lennon en 1971. Lennon imaginaba a todas las personas viviendo en paz, compartiendo el mundo, y cantaba: “Puedes decir que soy un soñador, pero no soy el único. Espero que algún día te nos unas y el mundo será como uno.”

Entre sueños e imaginaciones, la paz todavía parece algo utópico, difícil de lograr. No obstante, la violencia, las guerras y las muertes nos parecen mucho más realistas. ¿Desde cuándo hacer la guerra es más fácil que hacer la paz?.

No hay camino para la paz, la paz es el camino. Gandhi ya dio la clave sobre lo que supone la paz. La paz no es un objetivo, sino el medio en el que debemos vivir. García Márquez decía que la paz era gerundio, es decir, que lo importante no es hacer la paz sino estar haciéndola. Puede que ese sea el hándicap de la paz; la constancia que requiere para que sea paz. Una guerra puede durar más o menos, las violencias pueden durar más o menos, pero la paz, para ser paz, debe ser constante.

Naciones Unidas, consciente del desafío que supone la lucha por la paz, decidió añadir como objetivo 16 la lucha por la paz y la justicia con el objetivo de reducir la violencia y las tasas de mortalidad correspondientes; poner fin al maltrato, la explotación, la trata y todas las formas de violencia y tortura contra los niños; promover el estado de derecho en los planos nacional e internacional y garantizar la igualdad de acceso a la justicia para todos; reducir considerablemente la corrupción y el soborno en todas sus formas; crear a todos los niveles instituciones eficaces y transparentes que rindan cuentas; y garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales, entre otras cosas.

Si bien hemos demostrado que la paz es difícil de conseguir, también debemos demostrar que la paz es el único camino que queremos seguir.

Naiara Nájera Etxeandia.
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Imagen: UNDP