La vida desde el prisma de la ansiedad
10 November, 2023¿Alguna vez has sentido que te faltaba el aire? ¿Has sentido que tenías un peso invisible en el pecho? ¿Has tenido pensamientos obsesivos con alguna preocupación que no te permitían pensar en otra cosa? 1 de cada 8 personas en el mundo padecen del trastorno de ansiedad, y se han sentido de esta manera en diversas ocasiones.
La ansiedad es un trastorno mental que afecta al pensamiento, la regulación de las emociones, y al comportamiento incluso. Produce un sentimiento de pánico, de inquietud, que interfieren en nuestras vidas cotidianas por una duración superior a los 6 meses. Va más allá de los nervios que enfrentamos ante un examen, o de tener de vez en cuando algún miedo en nuestras relaciones personales…
La ansiedad, junto con la depresión, es el trastorno más común, y va en aumento especialmente entre los jóvenes. De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud, 1 de cada 3 jóvenes entre 13 y 18 años podría padecer de él. En un mundo en el que las exigencias cada vez son mayores, en el que los estudiantes están abrumados con las cantidades de trabajo, un mundo que se mueve a una velocidad a la que es difícil seguirle el ritmo, y con el consumo de redes sociales que se ha demostrado que es altamente perjudicial para la autoestima, y donde se da la falsa imagen de que todo el mundo tiene una mejor vida que uno mismo… No es de extrañar que los casos de ansiedad en los jóvenes vayan en aumento. Los adultos tienden a juzgar rápidamente a la juventud, pero en pocas ocasiones se detienen a pensar en el entorno en el que están creciendo, y en los retos que supone desarrollarse en un mundo que se mueve a una velocidad vertiginosa.
Como estudiante universitaria, yo misma he visto en mis compañeros y compañeras priorizar la universidad ante la salud mental hasta el punto de tener que acudir en busca de ayuda profesional, puesto que la ansiedad, afecta a la vida diaria: al rendimiento universitario, a la socialización, al humor, a la alimentación, etc. Por suerte, es un trastorno que con el debido tratamiento suele mejorar en la mayoría de los casos. Los tratamientos varían dependiendo del tipo de ansiedad, pero consisten en psicoterapia, en medicamentos o en la combinación de ambos.
Para ello, es importante prestarse atención a uno mismo, a lo que sentimos, para poder reconocer que algo no va del todo bien, e incluso si no somos capaces de identificar que podemos estar padeciendo de ansiedad, es importante que acudamos a un profesional. Es común pensar “ya se me pasará” o “yo puedo recuperarme solo/a”.
Sin embargo, la ansiedad, si no es tratada, tiende a empeorar y cuanto antes se acuda a un psicólogo, antes se podrá tratar la enfermedad. ¿Por qué cuando nos rompemos un brazo no dudamos en acudir al médico, pero cuando no tenemos una buena salud nos cuesta acudir al psicólogo? Debemos desestigmatizar la salud mental, y empezar a desarrollar las herramientas emocionales que nos permitan controlar la ansiedad para que ésta no nos controle a nosotros, y ello se consigue pidiendo ayuda.
Por otro lado, si en tu entorno hay gente que sufre de ansiedad, o que sospechas que pueda hacerlo, trata de ser comprensivo/a, no minimices sus emociones, aunque te cueste entender el por qué esta persona reacciona como lo hace. Las personas con ansiedad viven los sucesos de manera más intensa y se abruman con mayor facilidad. La mejor manera de ayudar es escuchando, y comprendiendo que cada persona es un mundo y regula sus emociones como puede.
Referencias:
Entender los trastornos de ansiedad Cuando el pánico, el miedo y las preocupaciones nos superan. (2016). https://salud.nih.gov/recursos-de-salud/nih-noticias-de-salud/entender-los-trastornos-de-ansiedad
OMS. (2022). Trastornos mentales. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/mental-disorders
Sare Álvaro Campo. Alumna del doble grado en Relaciones Internacionales y Derecho de la Universidad de Deusto. www.linkedin.com/in/sare-álvaro-campo-364503268
Imagen: World Health Organization (WHO). Western Pacific
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