Néstor Basterretxea, la estela que nos guía

Néstor Basterretxea es uno de los mayores representantes de la modernidad artística, su nombre es más que conocido ya que durante los años 50 participó en abundantes exposiciones por Europa y América. Su espíritu inconformista e innovador le llevó en ese período a fundar y participar en dos importantes grupos artísticos de vanguardia;  en 1957 formó el Equipo 57, centrado en el arte experimental, junto a Jorge Oteiza y Agustín Ibarrola, entre otros, y en 1966 el grupo Gaur junto al propio Oteiza y Eduardo Chillida.

Basterretxea nació en Bermeo el 6 de mayo de 1924. En 1936, debido al estallido de la Guerra Civil Española, se exilió con su familia a Iparralde y más tarde a París, donde comenzó su andadura artística como pintor y dibujante. Pero en 1942, la II Guerra Mundial obligó a la familia Basterretxea a moverse de nuevo, esta vez cruzando el Atlántico hasta Buenos Aires donde residieron durante los siguientes once años.

El escultor y pintor bermeotarra desarrolló en Argentina su primera actividad artística a nivel profesional. Le otorgaron la beca Altamira para jóvenes, así como otro premio para extranjeros en 1949. En 1952 se casó y volvió a Euskal Herria. Animado por Jorge Oteiza se presentó al concurso para realizar los murales de la cripta del santuario de Arantzazu, el cual ganó. Tras dos años de trabajo, se paralizaron los trabajos de Basterretxea por considerarse inadecuados. Fue uno de los capítulos más agridulces en la trayectoria del artista. Pero en 1984, bajo el auspicio de la Diputación Foral, se replantea el repertorio iconográfico y la ejecución final de los murales.

En la década de los 60 se dedicó sobre todo a la escultura, sin abandonar del todo su faceta pictórica. También trabajó en el ámbito de la cerámica, la tapicería, la fotografía y el cine.  Durante varios años también desarrolló su trabajo en el campo del diseño industrial, sobre todo en la decoración de hoteles y diseño de muebles. En los años setenta empezó a expresar la idea vasca con el uso de viejas vigas de madera de roble para sus esculturas. En 1982, una escultura suya, que representaba un árbol de siete ramas, resultó ganadora en el concurso de ideas, convocado por el Parlamento Vasco, para presidir el hemiciclo. En septiembre de 1987 realizó su primera exposición individual en Madrid, en el Museo Español de Arte Contemporáneo.

En 1988 se inauguró su obra Paloma por la Paz, de siete metros de alta por nueve de ancha, que se instaló en el paseo de la Zurriola de San Sebastián, cerca del estadio de Anoeta. Otra obra suya, Monumento al pastor vasco, se encuentra instalada en la localidad de Reno, en el estado norteamericano de Atlanta desde agosto de 1989. Para realizar este monumento, primera escultura sobre Euskadi en Estados Unidos, fue seleccionado entre treinta artistas internacionales.

Algunas de sus esculturas se entregan como premios, es el caso del Apolo de oro a la Lírica, premio que se concede desde 1990 en Bilbao, o el Premio a la Promoción Turística del Gobierno vasco. En UNESCO Etxea tenemos el enorme placer de contar con una de sus esculturas para el gran premio Dame 1 minuto, del concurso de piezas audiovisuales Dame 1 minuto de Refugio, en el que se entrega la escultura Estela Solidaria de Néstor Basterretxea junto con un premio de 5000€ para la realización de un documental acorde con la temática de esta edición y en el que además la importancia de la igualdad y la no vulneración de los derechos humanos se pongan en relieve.

Sus palabras nos dan el impulso para seguir en cada edición para que la estela de la solidaridad siga viva, igual que el espíritu de Néstor Basterretxea.

Esta edición más que nunca está impregnada de esas vivencias, de esos cambios, que por muy diferentes razones, provocan que muchas personas tengan que huir de sus hogares

En el siguiente vídeo Néstor Basterretxea cuenta lo que supuso para él diseñar y crear la Estela Solidaria.