Refugiadas sin refugio

No se puede decir que se trate de una sorpresa. Cualquiera con un mínimo conocimiento de la situación que se vive en los campos de personas refugiadas podría prever que la llegada del invierno a Europa y a causar estragos. Y, desgraciadamente, así ha sido.  En la conocida como Ruta de los Balcanes, el punto donde los refugiados se han visto más indefensos ante la reciente ola de frío que ha afectado a Europa. Según datos de CEAR,  30 personas migrantes de asilo han muerto debido a las bajas temperaturas en Polonia, Italia, Grecia, República Checa, Bulgaria, Albania y Rusia.

En la península de los Balcanes es donde más problemas se están produciendo. El frío ha golpeado con fuerza algunas de las personas solicitantes de asilo están aún hospedados en rudimentarios campamentos extremadamente vulnerables a las duras condiciones meteorológicas. Detrás de este drama humanitario se encuentra la Unión Europea, que no ha cumplido con los compromisos de reubicación que se había propuesto. De esta forma, todavía son muchas las personas solicitantes de asilo que esperan en campamentos a ser reubicadas. Y el frío no ha hecho sino complicar aún más su situación. Incluso la ONU ha afeado a la Unión Europea su falta de compromiso con las personas refugiadas. Con la nieve llegaron las cámaras y el escándalo mediático. Demasiado tarde para las personas refugiadas que ya habían muerto a causa del frío. Después la Unión decidió destinar una ayuda de emergencia. Una vez más, después de tener que lamentar muertes.

En la frontera entre Bulgaria y Turquía ha visto morir a una mujer migrante víctima de las bajas temperaturas. En Grecia, la nieve y el frío se han cebado con los campamentos de personas refugiadas. Aproximadamente unas 1000 personas malviven todavía en estos campamentos, sin calefacción ni agua caliente y teniéndose que enfrentar a temperaturas bajo cero. Durante la reciente ola de frío y de nieve multitud de organizaciones pro derechos humanos denunciaron la pasividad de las autoridades europeas. Naciones Unidas se comprometió a reubicar en hoteles de la zona a 130 solicitantes de asilo en situación especialmente vulnerable. Aunque al final solo fueron reubicadas 75 personas. Los problemas de salud asociados al frío tampoco han tardado en aparecer. Según la ONG Médicos Sin Fronteras, las infecciones respiratorias, los episodios de congelación y las neumonías han aumentado. Por si fuera poco, la situación está provocando que los problemas psicológicos sean cada vez más recurrentes en las personas solicitantes de asilo.

La situación también es complicada en Serbia. Según Acnur el 82% de los refugiados han sido trasladados a refugios gubernamentales con calefacción.  Sin embargo, Amnistía Internacional ha denunciado la situación de aquellas personas que no han podido acceder a los refugios.  Están desprotegidos ante el frío y tienen que dormir a la intemperie en las calles de Belgrado, donde los termómetros han bajado hasta los 20 grados bajo cero.

El frío se marchará pero si no se busca una solución a largo plazo los refugiados volverán a estar a merced de los elementos. No se puede responder siempre tarde y mal, a golpe de telediario.

Beñat Gutiérrez

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