Desafiando al silencio: la urgente lucha por la salud mental
4 marzo, 2024En una época donde los descubrimientos médicos parecen ir más rápido que nunca, sigue existiendo un desafío silencioso pero urgente: la salud mental. A la vez que la sociedad avanza a pasos agigantados, la conversación en torno a la salud mental permanece en gran medida en las sombras, siendo un tema que muchos evitan abordar. Si bien es cierto que se está avanzando en la materia, destapando los mitos y estigmas que rodean a este ámbito de la salud, es más importante que nunca dar luz a esta parcela de la vida.
Una sociedad para la cual la pandemia del COVID supuso un punto de inflexión, registró en 2023 la cifra de suicidios más alta registrada en su historia. Podría parecer un dato puntual, hasta que comprobamos que es el tercer año consecutivo en el que supera la cifra más alta históricamente. En una dinámica cuanto menos preocupante, la tendencia se refleja en los datos al observar que de cada 100.000 habitantes 9 personas se quitan la vida.
Si bien esta puede parecer una cifra ínfima, que más de diez personas se suiciden al día en nuestro país debería hacer que nos llevemos las manos a la cabeza. Y es quizás ahí, en nuestra cabeza, donde radica el problema de está olvidada crisis. Un país en el que no existe ningún plan o estrategia especifica estatal para la prevención del suicidio tiene ante sí un reto mayor que cualquier pandemia vivida hasta ahora. Una pandemia silenciosa y que no copa portadas, pero la cual merma y afecta a casi todo el conjunto de la sociedad.
Es dentro de esta sociedad donde hay un grupo cuyas cifras pueden parecer más preocupantes que las del resto. Estamos aquí hablando tanto de los suicidios infantiles como aquellos que tienen lugar entre los más jóvenes, es decir, aquellas personas con menos de 29 años. Como persona de 22 años consciente de la magnitud de esta crisis, espacios como este sirven para dar voz a una lacra que afecta directamente a gente de mi misma edad.
Que el año pasado algo más de 350 personas menores de 29 años se quitarán la vida solo es una pequeña muestra de la grave crisis que nos rodea. Que en total fueran más de 4.000 debería hacer que nos planteáramos las cosas.
Así parece que lo estamos haciendo en Euskadi con la creación de la Estrategia para la Salud Mental 2023 – 2028. Actuando a través de un modelo de atención integral centrado en la persona, se busca avanzar en la mejora de la atención y la prevención de los trastornos mentales, promocionando la salud mental y entendiendo esta faceta de la salud como esencial para la salud y el bienestar de las personas.
Si bien siguen existiendo barreras en la materia, estrategias como estas son un primer paso hacia la prevención y el tratamiento de la salud mental. A través de varias líneas estratégicas, el sistema de salud vasco busca desarrollar una sociedad inclusiva, solidaria y respetuosa con la materia. Incorporando perspectivas de derechos humanos, género y diversidad o integrando la salud mental en las políticas sociales, educativas y culturales, esta estrategia afronta la problemática de la salud mental de forma transversal.
Como bien se dictamina en el marco de desarrollo de esta, no existe salud sin salud mental. Para ello y a través de diferentes líneas de actuación, se promueve el impulso y la prevención a través de diferentes políticas públicas.
De todas estas líneas son dos las que más me llamaron la atención leyendo el documento por primera vez. Por un lado, la tercera línea, relacionada con la prevención, detección precoz y atención a la conducta suicida. Insistiendo en el hecho de que no toda conducta suicida es sinónimo de trastorno mental, se hace especial hincapié no solo en la prevención sino también en el drama personal que puede implicar para el entorno. Así, está primera línea resulta una primera aproximación para el desarrollo de la estrategia.
En segundo lugar, y relacionado con lo dicho unos párrafos más arriba, la línea estratégica quinta incide en la salud mental durante la infancia y la adolescencia. Teniendo en cuenta que estos primeros años de vida resultan determinantes a posteriori, una correcta promoción y prevención en estas edades puede ser vital. Luchando contra la discriminación y estigmatización que puede llevar consigo, fomentar la salud mental en las edades tempranas tiene una importancia muchas veces infravalorada.
En definitiva, una sociedad en la que muchas veces se impone la felicidad tiene ante sí uno de los mayores retos de la edad moderna. Un reto sufrido en silencio y exteriorizado en pocas ocasiones, va ganando hoy en día la atención que merece. Al fin y al cabo, hablar de salud mental debería ser igual de fácil como hablar de otras ramas de la salud.
Normalizar estar mal y transmitirlo será aquí el primer paso hacia la abolición de los estigmas que rodean al bienestar psicológico. Impulsado por políticas sociales como las mencionadas, uno puede tener esperanza en la lucha contra el suicidio para los próximos años.
Referencias
https://www.fsme.es/observatorio-del-suicidio-2022-definitivo/
https://bideoak2.euskadi.eus/2023/11/21/news_89860/Estrategia_de_Salud_Mental.pdf
https://ine.es/dynt3/inebase/es/index.htm?padre=7933 capsel=7942
Rafael Flores Toledo. Alumno del doble grado en Relaciones Internacionales y Derecho de la Universidad de Deusto. https://www.linkedin.com/in/rafael-flores-toledo-36509526b
Foto de portada: Imagen de rawpixel.com en Freepik
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