La cuestión de las personas refugiadas en Afganistán
21 diciembre, 2016Según la Organización Internacional de Migración (OIM), 12,96% de la ciudadanía de Afganistán vivieron fuera del país en 2015. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) informa que hay aproximadamente 2,6 millones de personas refugiadas de origen afgano registradas en 70 países. Actualmente, Pakistán e Irán son los dos países que acogen a la mayoría de los refugiados afganos. Pakistán alberga a más de 1,5 millones de afganos e Irán alberga alrededor de 900.000. Dentro de Afganistán, hay alrededor de 1 millón de personas desplazadas.
¿Por qué es tan grave esta situación?
Para verlo con perspectiva, en 2014 Afganistán fue el país «del que más personas tuvieron que huir durante los últimos 32 años», ante la violencia en Siria e Iraq. Recientemente en un reportaje de 2016 realizado por la ONU, alrededor de 1.000 afganos huyen de sus casas cada día. Muchas de estas personas refugiadas viven con un salario menor que 2€ al día.
Desde 1978, millones de afganos se han visto obligados a abandonar sus hogares. El primer acontecimiento importante que causó la huida de estas personas, fue cuando el Partido Democrático del Pueblo de Afganistán luchó en contra de las leyes del autoproclamado Presidente de Afganistán, Mohammed Daoud Khan. Este ataque se conoce como la Revolución de Saur. Con la invasión soviética en 1979, se produjo otra oleada de personas que tuvieron que abandonar sus hogares. En los 90 el motivo fue la guerra civil. Después, los talibanes se quedaron a cargo del país, por lo que más personas huyeron y tras eso la guerra con Estados Unidos volvió a obligarles a dejar sus vidas.
Después de 30 años de continuos problemas en Afganistán, finalmente, muchos están volviendo a su país, y algunos con niños que nunca han visto su país de nacionalidad. La ACNUR ha creado el mayor programa de repatriación voluntaria y, entre 2002 y 2012, ha ayudado a 3,8 millones de refugiados a regresar a Afganistán. Desde 2002, más de 5,8 millones de afganos han regresado a su país.
Sin embargo, los problemas no han terminado para las personas de Afganistán. En 2015, los talibanes y otras fuerzas anti-gubernamentales fueron responsables del 70% de las víctimas civiles. Aunque 5,8 millones han regresado a Afganistán, el país no está preparado para atender a los repatriados. Muchas agencias son corruptas, incluyendo el Ministerio de Refugiados. Durante la presidencia de Hamid Karzai, funcionarios estadounidenses consideraron que el Ministerio de Refugiados y Repatriación de Afganistán era tan corrupto que el apoyo financiero fue drásticamente cortado. Esta corrupción ha causado que la agencia no pueda avanzar con las estrategias para recuperar a la ciudadanía. Una de las estrategias que no se está aplicando es la redistribución de la tierra a los repatriados. Este fracaso obliga a los retornados a ir a los campos de refugiados dentro de Afganistán y no recibir la tierra que les pertenece. Durante estos tiempos, estas personas desplazadas se encuentran en situaciones peligrosas. Por ejemplo, el campo de refugiados más grande de las Naciones Unidas dentro de Afganistán está en Jalalabad, que está cerca del hogar de los combatientes afganos que están alineados con el ISIS. Estar tan cerca de este grupo provoca que muchos de los retornados sean asesinados o vuelvan a huir.
Las personas que vuelven a Afganistán y tienen éxito, se enfrentan a otros problemas porque la economía del país está en declive. En 2014, la tasa de paro alcanzó al 40%. Eso es la tasa de paro de la UE multiplicado por cuatro y por ocho de la de Estados Unidos. La economía de Afganistán sigue afectada por los conflictos y ha mantenido un déficit comercial de 7,05€ mil millones en 2015, lo que equivale a 38,4% del PIB del país. Entre enero del 2015 y agosto de 2016, la moneda del Afganistán se devaluó más del 15%.
A pesar de las cuestiones de seguridad y las económicas, muchos refugiados se enfrentan a la discriminación en los países de acogida y por ello, deciden volver. En Europa y otras regiones, muchos refugiados están siendo discriminados porque se cree que los refugiados afganos están huyendo de condiciones menos extremas que los refugiados provenientes de Siria e Irak. A partir de febrero del 2016, Austria, Serbia, Croacia, Eslovenia y Macedonia prohibieron la entrada a los afganos. Se ha firmado un acuerdo entre UE y Afganistán sobre el reasentamiento de los refugiados. Funcionarios de la UE han declarado que darán ayuda financiera al país devastado por la guerra si aceptan decenas de miles de afganos. Este trato ha sido muy controvertido porque muchas partes lo ven como un chantaje de la UE. Los funcionarios gubernamentales de Afganistán lo consideran como una “amenaza cortés”.
A pesar de que la UE está legalmente obligada a admitir las personas que huyen de la persecución y guerra, puede rechazar a las personas que clasifica como migrantes económicos. Debido al estado económico en Afganistán, la UE puede clasificar fácilmente a un refugiado que está escapando de los talibanes como un migrante económico.
Este tipo de acuerdos no es el primero que ha hecho la UE con otros países. En marzo de 2016, se emitió un memorándum de la UE en el que se sugerían promesas financieras si Afganistán aceptaba a 80.000 solicitantes de asilo que fueron deportados de los países de la UE. La UE también fue criticada cuando hicieron un trato con Turquía que dio miles de millones de euros a cambio de que Turquía aceptara a los solicitantes de asilo sirios de Grecia.
En el futuro, los acuerdos deben ser éticos y no deben basarse en la movilidad de los refugiados y solicitantes de asilo. Aunque el problema de los refugiados sirios sigue creciendo, los refugiados afganos deber ser tratados de igual manera. Algunos afganos han sido desplazados desde hace 38 años que el país ha sido controlado por el conflicto, y los problemas no muestran ninguna señal de detenerse.
Lydia Castillo
Afghanistan Refugees
According to the International Organization for Migration, 12,96% of Afghanistan citizens lived outside their country of origin in 2015. The United Nations Refugee Agency (UNHCR) reports that there are approximately 2,6 million registered Afghan refugees dispersed throughout 70 countries. Currently, Pakistan and Iran are the two countries who host the most Afghan refugees in the world. Pakistan hosts over 1,5 million Afghanis, and Iran hosts around 900.000. Within Afghanistan, there are around 1 million people who are internally displaced, as well.
How serious is that?
To put the numbers into perspective, in 2014, Afghanistan was the “world’s top producer of refugees for the 32nd year in a row”, before the recent violence in Syria and Iraq. Recently in a 2016 report by the UN, around 1.000 Afghans flee their homes every day. Many of these refugees live with an average wage of less than €2,5 per day, which is equal to about 10 pieces of bread.
Since 1978, millions of Afghanistan people have been affected by problems that have forced them to abandon their homes and flee their countries. The first major event that caused people to flee was when the People’s Democratic Party of Afghanistan went against the rule of self-proclaimed Afghanistan President Mohammed Daoud Khan in 1978. This attack would later be known as the Saur Revolution. More Afghanistan people fled their homes with the Soviet Invasion in 1979, and another set of people fled with the civil war in the 1990s. After the Taliban took over the country, more people had to flee for their lives and then the war with the U.S. caused even more people to leave.
After 30 years of problems in Afghanistan, people are finally returning to their country, some with children who have never even seen their country of nationality. The UNHCR has created the largest voluntary repatriation program and in between 2002-2012, they have helped 3,8 million refugees return back to Afghanistan. Since 2002, more than 5,8 million Afghans have returned to their country.
However, the problems have not ended for the people of Afghanistan. In 2015, the Taliban and anti-governmental forces were responsible for 70% of civilian casualties. Although 5,8 million have returned to Afghanistan, the country is not ready to handle returnees. Many agencies are corrupt, including the Ministry of Refugees. During the presidency of Hamid Karzai, U.S. officials considered Afghanistan’s Ministry of Refugees and Repatriation so corrupt that financial support was drastically cut. This corruption has made the agency unable to make progress with strategies to take citizens back. One of the strategies that is not being implemented is redistribution of land to returnees. This failure forces returnees to go to refugee camps inside Afghanistan and not receive land that they are supposed to have. During these times, these displaced people often encounter dangerous situations. For example, the largest UN-run refugee camp inside Afghanistan is in Jalalabad, which is near the home of Afghan fighters who are aligned with ISIS. Being in close proximity to this dangerous group causes many returnees to be killed or leave the country again out of fear.
Even for those who successfully reenter into Afghanistan, they face more difficulties from the declining economy. In 2014, unemployment was reported to be around 40%. That is 4X more than the unemployment rate of the EU and 8X more than the unemployment rate of the U.S. Afghanistan’s economy continues to be impacted by 30 years of conflict and has maintained a trade deficit of €7,05 billion in 2015, which is equal to 38,4% of the country’s GDP. In between January 2015 and August 2016, Afghanistan’s currency depreciated by over 15%.
Despite safety and economic issues within Afghanistan, many refugees are being discriminated against and are being forced to return to their country. In Europe and other regions, many refugees are being discriminated against because it is thought that they are fleeing from less extreme conditions than those in Syria and Iraq. As of February 2016, the following countries barred entry for Afghanistan people: Austria, Serbia, Croatia, Slovenia, and Macedonia.
A new deal was made recently that was discussed between the EU and Afghanistan about the resettlement of refugees. EU officials have declared that they will give financial aid to the war-torn country if they agreed to accept tens of thousands of Afghans.
This deal has become very controversial because many parties see it as blackmail by the EU. Government officials in Afghanistan felt they had to accept the deal for the future of their country and viewed it as a “polite threat”.
Even though the EU is legally obliged to admit people who flee from persecution and war, they can turn away people who they classify as economic migrants. Due to the economic state of Afghanistan, the EU can easily classify a refugee escaping the Taliban as an economic migrant.
This type of deal is not the first one that the EU has made with another country. In March 2016, an EU memo was leaked that suggested financial pledges would be made if Afghanistan accepted 80.000 asylum seekers that were deported from EU countries. The EU was also criticized when they made a deal with Turkey that gave billions of euros in aid in exchange for Turkey taking back Syrian asylum seekers rom Greece.
In the future, deals must be ethical and should not be based on moving refugees and asylum seekers. Moving displaced people back and forth is not efficient and unfair to countries who have more to worry about, like Afghanistan. Although the Syrian refugee problem is growing, the Afghanistan refugees must be treated fairly as well. Some Afghan people have been displaced for all 38 years that the country has been controlled by conflict, and the problems show no sign of stopping.
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