Mi vida sin gluten
23 octubre, 2023Aunque la celiaquía se asocie directamente con la nutrición, mi experiencia demuestra que abarca muchos más aspectos, como el social. Ha habido numerosas ocasiones en las que no he podido participar en planes debido a que no tenía opciones sin gluten. La gente siempre me hace muchas preguntas sobre mi enfermedad como ¿Desde cuándo eres celíaca? ¿Cómo supiste que lo eras? ¿Qué cosas puedes comer? ¿Qué pasa si comes gluten? Hoy responderé a algunas de las dudas más comunes y a hablar sobre mi experiencia personal.
Los celíacos como yo, no podemos comer alimentos que contengan gluten por lo que debemos llevar una dieta libre de trigo, cebada y centeno durante toda nuestra vida (ya que la celiaquía es una enfermedad sin cura).
En mi caso fue muy fácil diagnosticar la enfermedad, puesto que a los 9 meses cuando comencé a consumir alimentos con gluten, tenía vómitos constantes y estaba muy enferma. La tripa se me hinchó debido a la desnutrición, no me crecía el pelo y estaba completamente debilitada. Los médicos al verme, automáticamente supieron que era celíaca, pero me realizaron las pruebas pertinentes -análisis y biopsia, entre otras-. Cuando llegó la confirmación, enseguida adaptamos mi dieta a alimentos completamente sin gluten, y los síntomas comenzaron a remitir.
Sin embargo, muchos celíacos no son diagnosticados hasta una edad avanzada, por lo que es mucho más complicado para ellos puesto que tienen que cambiar sus costumbres y readaptar su dieta.
¿Qué me sucede si accidentalmente ingiero alimentos con gluten? Los síntomas varían dependiendo de la persona. En mi caso, tengo unos síntomas muy fuertes: al cabo de media hora comienzo a encontrarme muy mal, con fuertes dolores de cabeza, tripa, y náuseas. Al cabo de dos horas, cuando mi cuerpo debería hacer la digestión, al ser incapaz, comienzan los vómitos hasta expulsar todos los restos de gluten.
¿En qué consiste, pues, una dieta sin gluten? Los celíacos debemos evitar alimentos que contengan trigo, cebada y centeno, como el pan, la pasta, los cereales, los bollos, alimentos empanados, pizzas… ¿Quiere esto decir que no comemos ninguno de estos alimentos? Para nada. Hoy en día existen alternativas para cualquier comida con gluten, hechas con harinas de maíz, garbanzo y otras. Simplemente, al hacer la compra debo comprobar siempre que lleven una etiqueta que marque “sin gluten”. Debo tener mucho cuidado no sólo con los alimentos que contienen gluten, sino con la contaminación cruzada, por lo que siempre al cocinar me tengo que asegurar de que los utensilios estén limpios y no se mezcle nada. De hecho, para evitar complicaciones, en mi casa consumimos todos comida sin gluten, salvo excepciones como la pasta.
Sin embargo, en ocasiones ser celíaco es un reto. Los precios de la comida sin gluten son exorbitantemente mayores que los de la comida convencional. Los celíacos enfrentamos siempre unas cuentas bastante más altas al hacer la compra. Además, viajar al extranjero supone generalmente un quebradero de cabeza puesto que en otros países es más complicado encontrar opciones sin gluten. Como consejo: yo siempre trato de llevarme comida de casa para salvarme de apuros. Como niña se me hacía complicado participar en cumpleaños y “merendolas” en las que no podía comer todo lo que quisiera como el resto de los niños. Pero con la edad, he acabado acostumbrándome. Afortunadamente, existen asociaciones de celíacos, como FACE, que nos ayudan con información, un listado de alimentos sin gluten, investigación, actividades y más.
Sare Álvaro Campo. Alumna del doble grado en Relaciones Internacionales y Derecho de la Universidad de Deusto. www.linkedin.com/in/sare-álvaro-campo-364503268
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