¿Qué libertad?

Por Nahia Varela Molina.
Alumna del grado en Relaciones Internacionales.

Cuando hablamos de libertad pienso en todas aquellas personas que llaman diariamente a nuestra puerta buscando asilo tras haber huido de situaciones que ponían en peligro su vida. ¿Acaso somos, tal y como establece el art. 1 de la Declaración Universidad de los Derechos Humanos “libres e iguales”? Es cierto entonces que, siguiendo con la premisa del art. 2, ¿toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados […] sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión…? La respuesta es no.

De acuerdo con el art. 3, “todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona”, sin embargo, debemos tener en cuenta que esta noción de la realidad no es aplicable a todas las personas y que, por eso, establecer una concepción universal de la libertad puede resultar arriesgado e impreciso.


Así, la libertad es entendida de diferente manera en función de cuál sea tu circunstancia de vida. Y con circunstancia nos referimos a diferentes cuestiones que delimitan y definen nuestra personalidad: nuestra identidad de género, nuestra identidad sexual, nuestra edad, nuestra nacionalidad, nuestro nivel socioeconómico, nuestra identidad religiosa, nuestra cultura… Por eso, debido a la ambigüedad del concepto, debemos recordar que la noción de la libertad no es aplicable a todos los casos de manera homogénea. La libertad, entonces, es un concepto escurridizo, variable e inestable que puede adoptar diferentes formas y condiciones dependiendo de quién la contemple.

1 Comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *