«Trabajamos desde una visión de resiliencia y visibilización de sus fuerzas» Amaia Benito, psicóloga en CEAR-Euskadi
3 febrero, 2017CEAR-Euskadi es la organización por excelencia en el País Vasco en la ayuda a personas refugiadas. A lo largo de estos meses de trabajo en Dame 1 minuto de Refugio hemos estado colaborando con ellas para conocer cómo trabajan, cómo se atiende a las personas que acaban de llegar y cómo afrontan y sienten éstas personas los cambios que están afectando a sus vidas. Amaia Benito, del equipo de psicólogas de CEAR-Euskadi, nos cuenta cómo es el procedimiento y cómo se les ayuda desde la atención psicológica.
- Cristina, ¿nos podrías comentar cómo es el primer contacto desde vuestro equipo con las personas que llegan a CEAR-Euskadi?
Desde el servicio de atención psicológica tenemos dos líneas de primer contacto, dado que en nuestra organización desarrollamos nuestro trabajo desde el modelo del Desarrollo Integral, estamos organizados por procesos y subprocesos interrelacionados entre sí, de manera que se pueda realizar un acompañamiento lo más global posible para el (auto)empoderamiento en derechos y obligaciones de las personas con las que trabajamos así como para el (auto)desarrollo de su autonomía teniendo en cuenta los ámbitos de vulnerabilidad dada su condición de solicitante de asilo, apátrida, refugiada, migrante o beneficaria de otras protecciones internacionales. Esta forma de organización nos permite estar en constante comunicación entre compañeras/os y disponer de espacios en común para acompañar a las personas de la manera más integral posible en función de sus necesidades en el nuevo contexto. El servicio de atención psicológica es transversal a todo el proceso por lo que, gracias a estos canales de comunicación y estos espacios comunes, las compañeras del resto de procesos y subprocesos nos pueden hacer la derivación a atención psicológica en el momento que detecten una situación susceptible de ser derivada y, sobre todo, en el momento en el que las propias personas lo demanden tras haber sido informadas de que este recurso existe en CEAR-Euskadi; además de ello, cada ciertos meses organizamos un taller de salud integral en el que, en este caso, van a ir participando todas las personas que se encuentran en los pisos que CEAR-Euskadi gestiona para la primera fase del itinerario de asilo marcado por el Ministerio. Durante este taller, además de una presentación del servicio de atención psicológica para que la gente conozca nuestra labor (hay espacios culturales en los que no existe nuestra figura o las figuras que existen nada tiene que ver con un/a psicólogo/a) y para deshacer posibles miedos/prejuicios (“¿qué van a hacerme en este servicio? ¿quiénes son las psicólogas de CEAR?”, “la/el psicóloga/o es para la gente que está loca”), lo que nos parece fundamental para ir ya desde el comienzo construyendo el vínculo que es una herramienta esencial para nuestro trabajo, también facilitamos información desde nuestra visión de trabajo para que las propias personas puedan hacer un autodiagnóstico de cómo se encuentra su salud integral y en qué áreas de ella sienten que necesitan apoyo para equilibrar su bienestar general. A partir de este autodiagnóstico, suelen surgir demandas tanto de atención individualizada como de atención grupal.
- ¿Cuál es el primer “síntoma” que se suele identificar en las personas que llegan hasta vosotras?
Desde nuestro servicio reconocemos tanto la unicidad de cada persona como la consecuente diversidad en el impacto y la temporalidad de la experiencia extrema/trauma que hayan podido vivir. Esto quiere decir que las personas, en función de variables como la exposición al hecho traumático, los recursos internos de los que disponga, la red de apoyo, las características personales,…reaccionan de una manera u otra ante lo vivido, por lo que no todo hecho traumático tiene que suponer una respuesta traumática por parte de las personas. Al mismo tiempo, los impactos pueden expresarse al de dos días de la vivencia, al de un mes, al de 6,…Por eso no podemos hablar de un primer “síntoma” de reconocimiento y ni siquiera de una sintomatología común de las personas con las que trabajamos (quizá puedan haber algunos patrones que se repiten en un número elevado de casos, pero no por ello los damos por supuestos). Cada persona es un universo con una estructura de personalidad concreta y con un contexto socio-cultural que influye tanto en la construcción de esa estructura como en las respuestas que la persona genera en las situaciones que se presentan en esos contextos y que causan malestar y enfermedad. Es desde esta visión y comprensión que nosotras trabajamos y nos dotamos de herramientas que nos permitan atender a cada persona dentro de su especificidad, sin presupuestos que no nos permitan ver y tener en cuenta a la persona que tenemos enfrente.
- ¿Cómo se les refuerza su situación de supervivientes para que se den cuenta del valor que tiene todo lo que han hecho?
Las personas con las que trabajamos han podido vivir situaciones extremas de pérdida de familiares, amigas/os, casa, proyectos vitales, trabajos, dinero u otros elementos de valor en su cultura, casa, han pasado por éxodos atravesados por situaciones inimaginables, han rozado muchas veces la muerte, el horror, han visto cómo su sentido de vida se rompía,…y, al mismo tiempo, son personas que han sobrevivido a estas situaciones y han podido comprobar la enorme capacidad que tienen como seres humanos para sobrevivir, para luchar por la vida en situaciones extremas e incluso, a pesar de esas situaciones, seguir manteniendo la esperanza por la vida. Desde el servicio de atención psicológica tenemos en cuenta sus dramas pero, sobre todo, trabajamos desde una visión de resiliencia en la que acompañamos en la recuperación y visibilización de sus fuerzas, capacidades y recursos. También trabajamos desde un paradigma humanista y psicosocial, lo que nos permite no estar únicamente centradas en el síntoma y/o trauma, sino entender a la persona en su globalidad y, por tanto, reconocer y activar sus propios recursos y capacidades para hacer frente a las situaciones.
- ¿Cómo trabajáis con ellas y ellos?
Desde el servicio de atención psicológica tenemos principalmente dos servicios: la atención individual y la atención grupal. Cada una de estas herramientas tiene su propia potencialidad y, al mismo tiempo, en función del caso, pueden ser combinables entre ellas. La atención individual ofrece tener un espacio terapéutico y un tiempo únicamente para la propia persona y para trabajar diferentes necesidades y/o demandas que ésta pueda traer, así como tiene una ventaja grande para los momentos en los que a la persona le cueste compartir las emociones que le suscitan lo vivido (por ejemplo, por valorarlo como “incorrecto” o no tener derecho a sentirse así o…) o incluso lo propiamente vivido. Además, el espacio de atención individual nos sirve como espacio de diagnóstico para detectar las necesidades comunes que pueden tener las personas refugiadas. Aunque es difícil sacar patrones ya que cada vivencia, cada contexto y la forma de vivirlo es única, sí que hay ciertas cosas que se pueden abstraer para definir necesidades comunes, aunque sea desde la propia demanda (tengo problemas de sueño, no dejo de dar vueltas a la cabeza,…). A partir de esta abstracción de necesidades comunes diseñamos el contenido y título de los talleres.
La atención grupal en CEAR-Euskadi ha tomado el formato de talleres temáticos debido a que, entre otras razones más concretas del colectivo, hay personas que no quieren entrar a trabajar de forma más profunda sus historias pero, igualmente, consideran interesante tener herramientas para la autogestión de la salud. Desde nuestra perspectiva consideramos que las personas tienen mecanismos naturales que les permiten el crecimiento postraumático sin tener que acudir a terapia por lo que no todas necesitan este espacio. Al mismo tiempo también creemos fervientemente en el efecto terapéutico del grupo y más en la situación de las personas con las que trabajamos porque las circunstancias que viven les lleva a perder la vinculación presencial con su propia raíz, identidad y grupos de pertenencia (ya sean culturales y/o familiares), aspectos fundamentales para el desarrollo humano y bienestar emocional por la dimensión relacional básica de las personas. El ser humano es un animal social y relacional, por lo que necesita también de la vinculación y la pertenencia comunitaria para poder encontrar el equilibrio emocional que le permita enfrentar la vida y conservar su salud. En este sentido, el don del grupo aporta la posibilidad de restitución del sentido social, del vínculo con la colectividad que las personas pierden en el contexto de acogida. Por ello, generar y ofrecer espacios grupales de interrelación nos parece una piedra angular también de nuestro trabajo.
Decir, por último, que tanto en la atención individual como en la atención grupal colocamos la reparación de los daños en el vínculo humano, herramienta fundamental de trabajo que, solo de por sí, es restauradora.
- De estas dos modalidades, ¿cuál crees que es la que más positivamente les repercute?
Depende muchísimo de la persona y de sus necesidades, por lo que no utilizamos generalizaciones de este tipo. Tanto el espacio de atención psicológica como el espacio de atención grupal repercuten positivamente en ellas (con esto no queremos decir que todos sean lo que terapéuticamente se consideran casos de éxito, ya que debido a la situación de inestabilidad que suelen vivir en el contexto de acogida es complicado hablar en estos términos, sino que el acompañamiento que se realiza tanto en uno como en otro son beneficiosos para la persona) y su elección dependerá íntegramente de lo que la persona, de forma autónoma, decida.
- ¿Se tratan diferente los casos según género?
Primero, remitiéndome a lo que he comentado en líneas anteriores, tratamos diferente los casos según personas únicas, que para nosotras es la visión más básica de nuestra forma de trabajo. Después, cada persona está atravesada por una serie de variables (que atienden a clasificaciones sociales artificiales con el pretexto de generar una organización (desigual) del mundo) y en función de la interacción de esas variables en cada una de ellas se dan casos particulares que debemos tener en cuenta a la hora de trabajar. Por ejemplo, no es lo mismo ser mujer blanca venezolana cristiana de clase media que ser mujer negra nigeriana musulmana de clase baja, cada una tendrán una realidad y vivencia diferente dependiendo de la interacción que se de entre las variables que las atraviesan (es lo que se llama interseccionalidad) y por ello es necesario atender a esta especificidad y complejidad a la hora de trabajar con ellas. Teniendo en cuenta que el género es una de esas variables sociales que generan desigualdad y que atraviesan prácticamente la totalidad de las culturas (por no decir todas, según muchas autoras), consideramos fundamental que la visión de género esté incorporada en nuestra manera de proceder tanto como foco de visión como en las herramientas de trabajo.
- ¿Existen muchas diferencias en su salud psicológica según el motivo por el que han huido?
La diferencia en su salud psicológica no está tanto en la situación ocurrida sino en cómo lo vive cada persona en función de los recursos internos de los que disponga, de su red de apoyo, de sus características personales, de su cosmovisión, de su propia historia, de la historia del lugar en el que haya crecido (si ha nacido y vivido durante toda su vida en un contexto de guerra,…), de la exposición al hecho traumático…
- ¿Cómo les ayudáis para interrelacionar su vida anterior a la que ahora están viviendo?
La interrelación ya está hecha porque ellas/os son conscientes de su pasado y de cómo su pasado les ha traído a su presente. Además, la gran mayoría siguen en comunicación con sus familias, amigas/os y/o gente cercana de su país de origen, lo que supone una conexión directa con su vida anterior, que también es su vida presente. Sí que es cierto que algunas personas transmiten verbalmente que quieren olvidar su pasado por el dolor que les produce y nosotras trabajamos conjuntamente con ellas en la comprensión de que no es posible olvidar porque es parte intrínseca de sus vidas y que lo que sí podemos hacer es aprender a vivir con ello, aprender a gestionar lo que nos produce y re-elaborarlo para darle de un nuevo significado que nos ayude a continuar hacia delante en este nuevo contexto. Otro aspecto que sí es común es el hecho de que el sentido de vida del que les dotaba su proyecto vital en el país de origen se ha desquebrajada y, después de pasar por el vacío, por el desierto que supone el sinsentido, necesitan volver a construir un nuevo sentido de vida que les motive para seguir hacia delante. Pero esto no significa que dejen atrás su pasado, sino que
- ¿Durante cuánto tiempo se hacen las terapias psicológicas?
Este punto depende también muchísimo de cada caso. Como el servicio de atención psicológica es transversal a todo, las personas pueden acceder a él con muy diversas necesidades dependiendo del momento del proceso en el que se encuentren. Yo no me animo a hacer una estimación porque he tenido realidades muy diferentes.
No Hay Comentarios